Pudahuel, Chile. Un niño de 13 años, bueno para las pitanzas telefónicas, de iniciales  M.C.D.S., con domicilio en Avenida General Bonilla de esta populosa comuna, resultó ser el pequeño travieso responsable de las llamadas telefónicas, desde el celular su la mamá, con amenazas de colocación de artefactos explosivos, para lo cual cambiaba su voz para hacerla parecer a la de una persona mucho mayor.

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